Citación original: *“We’re going to go back to the old days when we were a nation that was building, not a nation that was eating itself alive from within. In our effort to provide regulatory clarity, we will create a framework to enable the safe and responsible expansion of stablecoins.” *- Trump.
Traducción: “Vamos a volver a los viejos tiempos cuando éramos una nación que construía, no una nación que se consumía a sí misma desde dentro. En nuestro esfuerzo por brindar claridad regulatoria, crearemos un marco que permita la expansión segura y responsable de las stablecoins.” - Trump.
D. María ha sido enfático e incansable al señalar que es incorrecto utilizar la palabra “Estado” para referirse a cualquier forma política vista a lo largo de la historia, por ejemplo, las mal llamadas “Ciudades-Estado” de la antigua Grecia, las cuales realmente eran Polis griegas. Lo que conocemos actualmente como Estado es en realidad la fusión del poder y la autoridad, potestas y auctoritas (en latín). Su aparición tiene orígenes concretos y, por lo tanto, podría ser eventualmente reemplazado. D. María (2022) explica que: “*El Estado no es más que una forma política de una época concreta, como bien recuerda la cita de Schmitt, y por ello es transitorio, una idea histórica. Lo que rige siempre es el Gobierno, no el Estado, pues siempre gobierna una minoría” *(p. 62). D. María también apunta que esta tendencia errónea con el uso de la palabra Estado ha imposibilitado el ejercicio mental de imaginar formas políticas postestatales (ver Anexo).
Otros conceptos que generalmente causan confusión son la relación entre Gobierno y Estado. Una forma de visualizar la diferencia entre ellos es con la metáfora del “agua y su recipiente”. El** Gobierno** es el líquido y tomará la forma que sea más conveniente en cada momento. El Estado es uno de sus recipientes, de los cuales hay muchos, variados y de diferentes formas. Así podemos ver varios ejemplos: en la antigua Grecia, el agua o gobierno tomaba la forma de la Polis; durante el la Edad Media, el agua o gobierno tomaba la forma del Feudalismo; más tarde tomó la forma de la Monarquía Absoluta; y hoy en día, lo hace en la forma del Estado. Es con estas, y con muchas otras formas políticas, desde las cuales el gobierno ha ejercido su poder en base a su contexto actual en la historia.
Por ende, si mantenemos en mente que el Estado y Gobierno tienen connotaciones distintas a pesar de su relación, es posible imaginar un escenario en el que algún aspirante a una posición de Gobierno (presidente, senador o congresista) reconozca la fractura que Bitcoin representa para el Estado y, aún así, utilice esta fractura a su favor con tal de ser parte de la minoría que gobierna, por ejemplo, imagine el caso de un aspirante a una posición gubernamental que se alinee con los principios por los cuales Bitcoin fue creado y lo utilice como estandarte para atraer simpatizantes. Regresando a la analogía anterior, Bitcoin sería la herramienta que rompe la vasija de la cual toma forma el gobierno actual, en este caso, el Estado, y se crea la posibilidad de formar un nuevo recipiente donde verter el líquido.